Según la UCA, más de la mitad de los niños y adolescentes del país son pobres: el porcentaje más alto de la última década (57,1%). El 35% asiste a comedores, y un 13% pasa hambre.
De ese valor se desprenden varios indicadores que marcan dura la realidad que los menores transitan en un país. En el caso de la alimentación, mientras un 29,3% tiene déficit en sus comidas, un 13% pasó hambre durante 2018, cita el documento que destaca además que crece de manera constante la asistencia a comedores infantiles alcanzado el 35%.
Números. El 13% de los niños argentinos pasó hambre durante 2018; creció el 35% la asistencia a comedores infantiles; el 63,3% de los niños es pobre, casi 9 puntos más que el 54,2% de fines de 2018; 15,4% son indigentes.
Salud: el 55% tiene como única opción para la atención de su salud el servicio público, alcanzando el 63% en el Conurbano Bonaerense.
Educación: El 67% de los chicos y chicas que asisten a primaria y secundaria lo hacen en escuelas de gestión pública.
Trabajo Infantil: El 15.5% de los niños y adolescentes del país se encuentra en ese marco de explotación infantil, incluso desde el último año entre las clases medias y medias altas.
Las cifras, que son de finales del año pasado, podrían acrecentarse en un contexto de mayor recesión e incertidumbre económica y con una inflación proyectada en 40% para este año.